La demanda marca la mayor ofensiva de los últimos años de los reguladores del gobierno estadounidense contra una compañía tecnológica, un sector estratégico de la economía del país norteamericano.
Para llegar a este punto, las autoridades dicen que realizaron más de un año de investigación y meses de intenso escrutinio de reguladores, tanto en el país como en el extranjero, sobre las prácticas de las firmas tecnológicas.