El mapa global infrarrojo de la luna, hecho con datos recopilados por la sonda Cassini, es el más detallado de su tipo jamás creado por la NASA. Según la agencia espacial estadounidense, estas imágenes proporcionan «una fuerte evidencia» de que el hemisferio norte de Encélado ha sido repavimentado con hielo de su interior.
A lo largo de 13 años y hasta que se destruyera en 2017, Cassini registró, entre otras cosas, los rayos de luz reflejados por Saturno, sus anillos y sus 10 principales lunas heladas. Esta información permite que los científicos entiendan mejor la composición del material que refleja tales luces.
Fueron justamente estos datos luminosos, combinados con imágenes capturadas por otros aparatos de la sonda, que se utilizaron para crear el nuevo mapa espectral global de Encélado, recién compartido por la NASA.
Hace cerca de 15 años, los científicos descubrieron que esta luna de Saturno lanza enormes columnas de granos de hielo y vapor desde un océano que se encuentra debajo de su corteza helada. Las señales infrarrojas del nuevo mapa confirman tal actividad geológica. Ella puede ser fácilmente vista en el polo sur de Encélado, en una región conocida como «la raya del tigre».
Sin embargo, los datos infrarrojos revelan una actividad similar también en el hemisferio norte. Eso indica que, además de la parte norte de la luna estar cubierta de hielo fresco, el mismo tipo de actividad geológica ha tenido lugar en ambos hemisferios y no solo en el polo sur, como se creía.
Encélado es el sexto más grande satélite de Saturno y, según la NASA, «tiene el potencial de tener condiciones adecuadas para la vida«. Eso se debe, en parte, al océano que se encuentra bajo su superficie, probablemente calentado y agitado por respiraderos hidrotermales como los que se encuentran en los fondos oceánicos de nuestro planeta.