Este evento, que cada año se supera, se desarrolló durante la tarde del miércoles. En esta ocasión participaron 50 proyectos de ingeniería y tecnicaturas. La organización fue responsabilidad de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles, a cargo de Noemí Murillo; la Secretaría de Extensión Universitaria, conducida por el Ing. Miguel Terrera; y la Subsecretaría de Licenciaturas y Tecnicaturas, a cargo del Ing. Martín Carrión.
El propósito de este evento es la motivación de los estudiantes por la investigación, además de mostrar al medio las actividades que se desarrollan en nuestra casa, intensificando el menú de ofertas académicas que brinda la Facultad.
En esta onceava edición que se celebra el Festival se entregaron siete premios y dos menciones. El primer premio fue $2.000 (dos mil pesos) más una tablet, el segundo $2.000 pesos más pinza amperimétrica NOGA; y el tercer premio también fue de $2.000 (mil quinientos pesos) y un cargador portátil de 10 mil mAh. Del cuarto al sexto premio fueron $1.000 (mil pesos).
El jurado estuvo conformado por los ingenieros Rogelio Molina, Mario Figueroa de la Cruz y Edgardo Karschti, y trabajaron sobre cuatro ítems: La innovación, impacto social y el impacto económico (producirlo comercialmente al proyecto).
Los estudiantes avanzados de Electrónica y Mecánica Diego Waldhans y Misael Romero quienes trabajan en el PID Robótica Aplicada a la Salud, perteneciente al Laboratorio de Robótica Educativa, fueron la cara visible del proyecto ganador que se trató de un simulador clínico bebé. Este trabajo está pensado para facilitar las prácticas de los futuros médicos a la hora de simular intervenciones. Esta herramienta es fundamental para trabajar sobre escenarios similares a los de un recién nacido con datos e información precisa sobre el neonato como la temperatura y la oxigenación. Este simulador de bebé clínico cuenta con dos placas, Arduino Mega y una PSoC 5LP, las cuales se encargan de llevar la información adecuada a los practicantes. Este proyecto se está llevando a cabo conjuntamente con especialistas de la Facultad de Medicina de la UNT quienes requieren y explican los signos que necesitan que el simulador realice para realizar una práctica lo más real posible.
Fuente: UTNFRT